sábado, 9 de junio de 2007

Ejercicio Sonoro

Lunes por la mañana:

Al despertarme lo primero que oí fue el infaltable noticiero que ve mi papá todas las mañanas, estaban comentando el climam, va a seguir nublado además creo que él se estaba preparando un café porque se oía el batir de una cuchara que golpeaba contra una taza. De todas formas continué con los ojos cerrados, sin levantarme de la cama y decidí poner especial atención a los sonidos que se producían en el ambiente. Lo segundo que noté fue el sonido del fluir del agua, como si se estuviera desagotando algo, luego me concentré más y escuche el zumbido constante proveniente de el tubo de luz de mi pieza, es ese ruido que siempre me acompaña cuando la casa queda sola, me pregunté si habría sonidos de la calle, trate de enfocarme más, llegue a oír un tenue ladrido de un perro parecía estar muy lejos y un leve pasar de los autos que luego fue interrumpido por la fuerte bocina del tren y el andar del mismo que hacían vibrar las ventanas de mi casa, fue en ese momento que me levanté puse un pie sobre el frío piso cerámico y con el otro, arrastre las pantuflas hacia mi, luego hice un paso, desconecté el cargador del celular y lo deje por ahí. Después me dirigí a la cocina a prepararme un frío café que luego metí al microondas, saludé a mi viejo y en ese momento escuche el sonido de un ladrido chillón que se filtra por el extractor y parece como si el perrito estuviera arriba en el entretecho (es algo gracioso, las personas que entran a mi casa piensan que realmente el perrito está ubicado ahí como si lo tuviéramos encerrado). Luego volví hacia mi pieza y me cambie de ropa en eso escuche el “pip, pip ,piiip...” del microondas volví a la cocina tome mi taza y me senté a escuchar más, era difícil con la televisión tan cerca percibir sonidos exteriores o débiles lo único que se escuchaba era el cantar de los pájaros. Al terminar de desayunar me dirigí al baño me di cuenta que ese fluir del agua era una canilla que habían dejado un poco abierta, me lave los dientes me moje la cara, el pelo y decidí salir a tomar el colectivo pero antes tomé mi mochila, las llaves, la billetera, unas monedas y el celular, en el andar note el roce de mi ropa mis pisadas y las monedas que chocan unas contra otras en mis bolsillos ( es curioso que son sonidos que me acompañan todo el día pero parece que si no les prestas atención no los oís o tal vez estén tan interiorizados en mi cabeza que ya pasan desapercibidos) luego, abrí la puerta, vi a mi gato estirándose que después me saludo con un pequeño maullido, fui al portón, me fije que no había ninguna carta en el buzón ,quite el candado y salí.

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